Una luz para mi duelo: Ejercicios prácticos que ayudarán a elaborar tu perdida

Hace tres años viví lo que sería el derrumbe de mi vida: tres grandes pérdidas en solo tres meses. La primera fue la ruptura de 34 años de matrimonio. Aunque fue un duelo liberador, trajo consigo desilusión y una marcada debilidad económica. Después ocurrió la muerte accidental de mi yerno, un ser maravilloso que dejó a mi hija mayor de 32 años viuda y con un hijo de poco más de un año, ambos absolutamente devastados y sin piso. Finalmente, a las dos semanas, ocurrió la muerte de mi madre, (81 años) quien seguía siendo el centro de la familia, una matriarca. Estas dos últimas ...