Mujeres de ojos grandes

Ángeles Mastretta es una escritora y periodista mexicana nacida el 9 de octubre de 1949 en Puebla, México. Desde muy joven, Mastretta mostró un gran interés por la literatura, lo que la llevó a estudiar la carrera de Comunicación en la Universidad Autónoma de Puebla. Su amor por las letras la impulsó a convertirse en una de las voces más destacadas de la literatura contemporánea en México.

Su carrera como escritora comenzó en la década de los 70 con la publicación de relatos cortos en revistas literarias. Sin embargo, su primera novela, “Arráncame la vida”, publicada en 1985, la catapultó a la fama. Esta obra, que narra la vida de una mujer casada con un hombre poderoso y tiránico durante la época posrevolucionaria en México, fue muy bien recibida por la crítica y el público, consolidando a Mastretta como una autora importante en la narrativa mexicana.

A lo largo de su carrera, Ángeles Mastretta ha publicado varias novelas, cuentos y ensayos. Algunas de sus obras más destacadas incluyen:

• “Mal de amores” (1990), una novela que explora las complejidades del amor y las relaciones en un contexto social cambiante.
• “La emoción de las cosas” (1996), donde la autora reflexiona sobre la vida cotidiana y los objetos que nos rodean, otorgándoles un significado especial.
• “Cielo de noviembre” (1998), que aborda las relaciones familiares y el paso del tiempo.

La prosa de Mastretta se caracteriza por su lirismo y su capacidad para retratar la realidad social y emocional de sus personajes. Su estilo ha sido descrito como evocador, y su habilidad para entrelazar las experiencias femeninas con la historia de México es un aspecto que ha resonado con muchas lectoras y lectores. Además, Mastretta ha sido una voz feminista en la literatura, utilizando su escritura para abordar temas relacionados con la lucha de las mujeres en un contexto patriarcal.

Además de su labor como escritora, Ángeles Mastretta ha trabajado como periodista en diversos medios de comunicación, donde ha abordado temas de interés social, cultura y política. Su compromiso con la realidad social de México le ha permitido establecerse como una figura influyente en el ámbito cultural del país.

En reconocimiento a su trabajo, Mastretta ha recibido numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera. Entre ellos, destaca el Premio Nacional de Literatura en 1997, el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe José Donoso en 2010, y una serie de homenajes que celebran su contribución a la literatura y la cultura mexicana.

Ángeles Mastretta sigue escribiendo y participando en actividades literarias, convirtiéndose en una fuente de inspiración para nuevas generaciones de escritores. Su obra no solo se limita a la ficción, sino que también refleja su compromiso con la realidad social de México y su deseo de dar voz a las mujeres y sus experiencias.

Su legado literario continúa vivo, y sus obras han sido traducidas a varios idiomas, permitiendo que su historia y su perspectiva lleguen a un público global. Ángeles Mastretta, con su talento y su voz única, se ha convertido en un pilar fundamental de la literatura mexicana contemporánea.

Hay días en los que el viento de las horas se vuelve tan intenso que quedan para siempre marcados en nuestra memoria. Ángeles Mastretta nos hace partícipes del legado de esos días evocando los detalles más cotidianos y al mismo tiempo más preciados de este mundo palpitante y generoso que nos rodea. Aquí se reviven emociones que hacen que el tiempo se dilate y reflexiones en torno a grandes temas universales como la juventud, la belleza, el amor, la muerte y, sobre todo, el paso inevitable de los años. Es una celebración de la alegría de sentirse vivos, de la dicha extraordinaria de...

Each story plotted here, opens the door to a labyrinth of unexpected emotions, ambiguities, indecipherable loyalties and abandonment. In the tone, there is a mixture of melancholy and boldness that makes us prey of its spell. In each story, some happy, some scary, there is always the certainty that all encounters, all mix-ups, all losses, leave an irrevocable mark. After traveling with the voices and the glances of extraordinary writers, a spirit of great literature is left.

Los mejores libros jamás escritos. «Así es el corazón del hombre. La necesidad de hacer cosas duraderas, que le sobrevivan, es el signo de su superioridad sobre todo lo que vive en este mundo.» Durante la guerra civil americana, cinco hombres logran escapar del asedio de Richmond en un globo aerostático que finalmente acabará estrellándose en una isla desierta de los Mares del Sur. Los cinco compañeros no tienen nada salvo su ingenio para sobrevivir en una isla que muy pronto se mostrará llena de secretos, misterios y enigmas que jamás hubieran podido imaginar. Jules Verne quizá...

A principios de abril de 1850 iba costeando la región occidental de la tierra de Carpentaria, perteneciente al continente de Australia, una de las esbeltas naves chinas llamadas juncos. Tienen estos barcos alta arboladura, con grandes velas de estera, y la proa alta y redondeada. Los dos grandes escobenes para las cadenas de las anclas que llevan a proa, y que por las pinturas que los adornan semejan ojos, dan a esas naves aspecto de monstruos marinos. El junco navegaba despacio y con grandes precauciones. Treinta hombres de cráneos rapados y largas trenzas en la nuca, piel amarilla, ojos...

Y en aquellos días Ediciones Era, aún confiada en la especie en extinción (no los libros sino los lectores), seguía publicando y por motivos que sólo el Gran Controlador del Universo conoce, añadió a su catálogo un rosario de textos del virreinato light, intitulado pedagógicamente Nuevo Catecismo para Indios Remisos, ya publicado antes pero susceptible de mejoras o de empeoramientos, que de todo hay en las viñas de la corrección. Al Nuevo Catecismo lo enriqueció considerablemente la inclusiónde quince grabados de Francisco Toledo, nueve de ellos creados para la edición original, ...

Durante el siglo XVI, cuando los hombres cruzaban las aguas en busca de nuevos territorios, los elfos y los enanos vivían ocultos en los confines del mundo. Se escondían del hombre, porque reconocían el olor de sus fauces hambrientas de poder y muerte. Sin embargo, cuando Pedro de Valdivia llegó a Chile en 1541, los espíritus del bosque y los alerces sabían que nada más se podía hacer. Aitoren, hijo del último rey enano, no lo sabía. Un día, la llovizna le dio aviso del arribo del enemigo y no era el Trauco, no..., tampoco era un ogro o un lobo-lobo. Era un monstruo vestido de...