Que no te pese la tierra

“La Chancla Voladora”, ese elemento que sin tener un efecto represor, se convirtió en el mejor método por medio del cual nos formamos como personas útiles a la sociedad, a las autoridades y a nuestras propias vidas. “La Chancla Voladora” fue y yo creo que aún la es en muchas partes, la manera más efectiva con que se nos impartió e imparte la mejor las disciplinas. Muy posible es que algunos de ustedes hayan “probado” el poder educativo de “La Chancla Voladora”, la que no deja huella, fomenta la obediencia y, como dije antes, es el mejor psicólogo para disciplinar si lo...

El autor de la novela Cuentos de la Alhambra es el escritor norteamericano Washington Irving (1783-1859). Adscrito a la corriente del romanticismo destaca en este libro la confluencia de su interés por España y sus tradiciones (algunos le consideran el primer hispanista extranjero) y la influencia del orientalismo. Tuvo el privilegio de vivir en la Alhambra mientras escribía el libro Cuentos de la Alhambra. Después de recoger todas las leyendas de los habitantes de la Alhambra, y tras investigar en los archivos de la Biblioteca universitaria granadina, desarrolló un género de novela...

Arthur ha podido volver por fin a la Tierra. Y al poner los pies en el suelo descubre que van a hacer volar la Tierra... ¡una vez más! Y una cosa más... es la inesperada y bienvenida sexta entrega de la divertidísima serie de libros protagonizados por el autoestopista galáctico. Y en ella intervienen un Olimpo completo de dioses desocupados, un presidente galáctico renegado, un alienígena verde y enamorado y un ordenador furioso. La guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, ha provocado torrentes de carcajadas en el mundo entero. Y una cosa más..., publicada para celebrar...

Tercero de la serie. El guapo cirujano plástico David Wilder estaba acostumbrado a operar a las bellezas de Beverly Hills. Pero cuando accedió a tratar a una niña en el hospital de la pequeña población de Walnut River, ésta le volvió el mundo del revés... además de su igualmente cautivadora mamá.Courtney Albright sólo quería lo mejor para su hija. Y aunque el guapo doctor Wilder le parecía de lo más arrogante, cerró los ojos a todo con tal de que curara las lesiones de Janie. Pero la joven viuda no iba a poder ignorar el magnetismo que había entre el cirujano y ella...