Una pandilla salvaje

Leobardo es el único niño en Cerro Viejo. Un día el aburrimiento y la corriente del río lo llevan a Tierra Dulce, un sitio en el que lo que sobra son niños.

La pequeña Heidi ha encontrado la felicidad en las montañas de Suiza junto a su abuelo y Pedro con sus cabras! Pero un día se ve obligada a marcharse a la ciudad de Fráncfort... ¡Cuánto echa de menos entonces su casa y a sus amigos! ¿Volverá Heidi a los Alpes con su nueva amiga, Clara?

Susana no es una persona en específico, es parte de aquel sueño, aquella figura de un ser ya sea hombre o mujer, es algo que trasciende más haya de una simple idealización, porque no estás buscando algo en concreto en otros seres, no es basado en lo que te fijas de primeras en alguien, no es ese físico que te atrae, un color de piel, características físicas, no es lo que crees que te gusta de una persona, lo que enalteces de la misma...

Caro y Markos se han acostumbrado a la rutina: despertar, preparar el desayuno, tratar de evitar que alguien asesine a Markos ese día... Las corrientes están agitadas. Markos corre constante peligro: muy pocos lo apoyan en su proclama por el trono de Akhaia y, sin fuerzas militares, no tiene si quiera oportunidad. Alivio aparece en el horizonte cuando un poderoso Arconte decide aliarse con él en su pelea por el trono. Pero a cambio de un ejército, el joven deberá desposar a su hija. Así que Caro y Markos deberán decidir qué es más importante: si su amor o el destino de Akhaia....