Sanctus

Episodio final de la primera parte de la trilogía. Tras un tiroteo, Oscar muere y Liv es secuestrada y encerrada en el monasterio. Pero Gabriel y su madre no piensan rendirse y lograrán entrar en el monasterio, donde conseguirán impedir un ritual con el que el abad sangriento intenta apoderarse del Sacramento para siempre. ¿Conseguirán salvar a Liv y liberar el Sacramento de las manos de sus enemigos?

Publicamos por primera vez en España todos los cuentos que escribió Luigi Pirandello, Premio Nobel de Literatura 1934. Son la parte menos conocida de su producción literaria, pero es la que él más amaba y en la que trabajó desde su adolescencia hasta el final de su vida. Es en los relatos donde Pirandello se muestra más natural e imaginativo y contienen la clave de su gran capacidad para crear personajes. Por la diversidad de temas, estilos y estructuras estos cuentos suponen un fresco, lleno de humor y ternura, de la Italia de la época —especialmente de su Sicilia natal—, que nos ...

" Además de un buen dolor de muelas, Papá Noel tiene un secreto... ¡Descúbrelo en el interior de este simpático cuento! " . Este ChiquiCuento narra la historia del terrible dolor de muelas que sufre Papá Noel justo la noche de Nochebuena, y de cómo resuelve la entrega de regalos a todos los niños del mundo con ayuda de otros “Papás Noeles” amigos.

Un asesino que estrangula mujeres anda suelto por la Ciudad de México. Héctor Belascoarán Shayne es un joven ingeniero que a sus treinta y un años ha decidido jubilarse para convierte en un singular detective independiente. Sin embargo, su nueva vida no ha resultado como él esperaba: está quebrado, comparte su oficina con un plomero y no consigue clientes. Entonces decide lanzarse a una de las más extrañas cacerías que se hayan conocido para detener al infame criminal. Sus únicas pistas para descifrar estas muertes atroces son unas notas que aparecen en los cadáveres firmadas bajo...

La noche de los dos: "—Me comunicaré contigo —le cortó él—. Ya me dirás en otro momento lo que piensas, aunque casi lo sé. Ahora no puedo dedicarte más tiempo. Y el que te cedí fue por pura casualidad. No esperabas que nadie se atreviera a decirte esto. —Una cría como tú, no. Pensé que eras más inteligente. —Tengo veintidós años y llevo uno en este trasiego del periodismo libre, y no debe ser tan malo lo que digo cuando vivo de mi profesión. No creo que tú, con tu edad, seas mucho mayor que yo, pero a ti por lo visto, te lo pusieron todo en bandeja, y además estás...