Error de la luna

Héctor Aguilar Camín, nacido el 1 de febrero de 1946 en la Ciudad de México, es un destacado escritor, periodista y ensayista mexicano, conocido por su aguda reflexión sobre la realidad social y política de México. A lo largo de su carrera, ha sido un influyente intelectual que ha dejado una huella profunda en la literatura y el periodismo del país.

Aguilar Camín creció en un contexto de cambios políticos y sociales que marcaron su visión del mundo. Estudió en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, donde se formó en los principios de la investigación social y cultural. Esta formación, junto con su interés por la historia y la política, se reflejó en su obra literaria y periodística.

Uno de sus primeros logros fue la fundación de la revista Proceso en 1976, una publicación que se convirtió en un referente del periodismo de investigación en México. A través de sus artículos y ensayos, Aguilar Camín ha abordado una variedad de temas, desde la corrupción y el narcotráfico hasta la identidad nacional y la cultura contemporánea.

Como autor, Héctor Aguilar Camín ha publicado numerosas obras, tanto de ficción como de no ficción. Entre sus novelas más destacadas se encuentran La guerra de los mundos (1993), que explora las tensiones políticas en el México contemporáneo, y ¿En qué momento se jodió México? (2018), una reflexión sobre la crisis del país. Sus obras de no ficción, como Los hombres que no amaban a las mujeres (1999), han sido clave para entender las dinámicas sociales y políticas en México.

Su estilo se caracteriza por una prosa clara y directa, que invita al lector a reflexionar sobre la realidad. A menudo, Aguilar Camín combina elementos de la narrativa con un análisis crítico, lo que le permite abordar temas complejos de una manera accesible.

A lo largo de su carrera, ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su contribución a la literatura y el periodismo. Su voz ha sido fundamental en momentos críticos de la historia reciente de México, y ha mantenido un compromiso firme con la verdad y la justicia social.

Aparte de su labor como escritor, Héctor Aguilar Camín ha sido un activo participante en la vida pública y política de México. Ha ejercido como asesor y ha participado en foros y conferencias, donde ha compartido su visión sobre los desafíos que enfrenta el país.

Además de su impacto en el ámbito literario y periodístico, Aguilar Camín también ha incursionado en el cine y la televisión, aportando su perspectiva única a la cultura popular. Su influyente carrera ha inspirado a una nueva generación de escritores y periodistas que ven en él un modelo a seguir por su integridad y compromiso con la verdad.

En resumen, Héctor Aguilar Camín es un referente indispensable en la literatura y el periodismo mexicanos. Su obra y su compromiso con la realidad social han dejado una huella indeleble, convirtiéndolo en un pilar del pensamiento crítico en el país. A través de su trabajo, ha contribuido a la construcción de un México más justo y consciente de su historia y su identidad.

«Fue así como me hice escritor, copiando con humildad y reescribiendo con soberbia las cosas que admiraba.» El lunes anunciaron que se había ganado un premio literario. El martes lo acusaron de haberse plagiado unos artículos periodísticos. El jueves lo acusaron de haberse plagiado también el tema de la novela premiada. El lunes siguiente setenta y nueve escritores firmaron una carta exigiendo que devolviera el premio y que renunciara a su puesto en la universidad, un pequeño imperio. El miércoles renunció al premio y al puesto. El mismo miércoles supo que su mujer tenía tratos...

Una apasionante novela llena de ternura, tensión y aventuras que nos permite adentrarnos en un universo singular del que lo desconocemos casi todo. El Inca, el emperador que domina a sus súbditos desde la cima del mundo, el semidiós hijo del Sol necesita, cada vez, engendrar un hijo y una hija que, al casarse entre sí, garanticen la perptuidad de su carácter divino. La impureza de la sangre en el trono del Inca no es algo tolerable. Ningún advenedizo puede aspirar al trono. Pero Rusti Cayambe, capitán de diez mil hombres, y Sangay Chimé, princesa, intentarán alterar el curso de los...

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Nunca había pensado que trascorrería mi juventud en aquel modo, pero, sintiéndolo mucho, la vida me había reservado momentos que nunca habría querido vivir. ****************** No me hubiera imaginado jamás que la boca y las manos de un hombre pudieran ser así de dulces y gentiles. Y fue cuando, aturdida por sus besos y caricias, me dijo que no podía resistirse más a mis encantos y quería hacer el amor conmigo, o se volvería loco. Yo ingenuamente después de esas palabras no conseguí decirle que no. "¿Por qué negarme a los placeres que él me ofrecía, cuando mi cuerpo anhelaba...

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