Comiendo sonrisas a solas

Tadea Lizarbe es una escritora y poeta contemporánea, nacida en una pequeña localidad de España, cuya obra ha comenzado a resonar en el ámbito literario por su enfoque innovador y su profundo sentido estético. Aunque su nombre no siempre ha estado en la lista de autores reconocidos, su trabajo ha comenzado a captar la atención de un público más amplio.

Desde joven, Lizarbe mostró un interés notorio por la literatura. Creció en un entorno donde la lectura era un pilar fundamental y las conversaciones literarias eran comunes. Esta atmósfera fomentó su creatividad y la llevó a explorar diferentes géneros literarios. Su pasión por la escritura se consolidó durante sus años de formación académica, donde comenzó a experimentar con la poesía y la prosa.

La autora ha tenido un recorrido marcado por la búsqueda de su voz única. A lo largo de los años, Lizarbe ha publicado varios libros de poesía y relatos breves, cada uno de los cuales revela su evolución como escritora. En su obra, se pueden encontrar temas recurrentes como la identidad, la memoria y la conexión humana, tratados con una elegancia lírica que invita al lector a una reflexión profunda.

• Obras destacadas:
• Sombras del pasado - Un poemario que explora el tema de la memoria y sus efectos en la identidad personal.
• El eco de los susurros - Una colección de relatos que retratan las vivencias cotidianas y las emociones subyacentes.

El estilo de Tadea Lizarbe es reconocido por su sutileza y profundidad. Utiliza un lenguaje evocador que a menudo mezcla lo cotidiano con lo poético, logrando así una conexión significativa con sus lectores. Sus poemas a menudo trascienden lo autobiográfico y se convierten en universales, tocando fibras sensibles en cualquier persona que se adentre en sus versos.

A pesar de que su producción literaria ha sido relativamente reciente, Lizarbe ha tenido la oportunidad de participar en diversos festivales y encuentros literarios, donde ha compartido su visión sobre la literatura y la importancia de la voz femenina en el panorama actual. Su compromiso con la escritura no se limita a la publicación; también ha estado involucrada en talleres de escritura creativa, donde motiva a otros a encontrar su propia voz literaria.

Además de su labor como escritora, Tadea Lizarbe es una ferviente defensora de la literatura como herramienta de cambio social. Cree firmemente que las palabras pueden transformar vidas y comunitarios y ha trabajado en proyectos que buscan fomentar la lectura entre los jóvenes, particularmente en entornos desfavorecidos.

Su trayectoria literaria sigue en ascenso, y cada nuevo proyecto promete ampliar aún más su visibilidad en el mundo literario. Con una voz única y una perspectiva fresca, Tadea Lizarbe se posiciona como una de las escritoras emergentes a seguir en los próximos años.

Aquel empleo en la mejor agencia de publicidad de Sydney era todo un sueño para Serena Stevens. Además, acababa de conseguir la cuenta más importante de la agencia, algo que lanzaría su carrera o la arruinaría. Su atractivo jefe, el magnate David Miles, era un tipo muy profesional en la oficina, pero no tardó en aflojarse la corbata... y demostrarle de lo que era capaz en el dormitorio. Tras una noche salvaje, Serena se dio cuenta de que era demasiado tarde para lamentarse de nada. Tendría que elegir entre su carrera y el amor. ¿Qué debía hacer?

This book is a marvelous collection of short stories, stories to be read in bed; perhaps on those nights when sleep eludes us, on those where we want to let our dreams take flight, or, maybe on those nights when we want to love… Isn’t it a fact that the bed we read in is also the one in which we sleep, dream and love? Some of the authors included are: Francisco Ayala, Mario Benedetti, Carlos Fuentes, Almudena Grandes, Javier Marías, Juan José Millás, Rosa Montero, Juan Carlos Onetti, Carme Riera, Manuel Rivas and Albert Sánchez Piñol.

El agente Jason de Sanges, un hombre alto y moreno, despertaba todo tipo de fantasías en Poppy Calloway. Sin embargo, todas sus fantasías se fueron al traste cuando ella sugirió que los tres adolescentes grafiteros a los que habían atrapado manchando las paredes de un barrio de Seattle prestaran un servicio a la comunidad. El agente se negó diciendo que lo único que él quería era verlos pagar por lo que habían hecho. Debido a que los hombres de su familia habían estado entrando y saliendo continuamente de prisión, Jason había crecido en hogares de acogida. Sabía lo que le pasaba...

La pequeña localidad campestre, originalmente llamada Illiers, a unos cuarenta kilómetros de Chartres, quedó transformada con los recuerdos de infancia de Proust, que la glorificaba en su obra En busca del tiempo perdido bajo el nombre de Combray. «Ese gusto era el del pequeño pedazo de magdalena que los domingos por la mañana en Combray [...] mi tía Léonie me ofrecía tras haberla mojado en su infusión de té o tisana». Combray es el inicio, la introducción al resto de los volúmenes que conforman En busca del tiempo perdido, y es una lectura imprescindible para todo apasionado de ...