Vilnis

El relato de una historia cualquiera supone un compendio de detalles, rostros, gestos, palabras, personas y recuerdos… entremezclados, que nos transportan a lugares y situaciones, quizás ilusorias, pero que salidas de la mente de Francisco Valderas gozan de vida tan real como lo pueda ser el común trajín de cada día; pero eso sí: sin duda infinitamente más fascinantes, donde el humor, la sátira, la angustia y el realismo mágico forman un caleidoscopio de avatar.

«Casa tomada», «Carta a una señorita en París», «Lejana», «Ómnibus», «Cefalea», «Circe», «Las puertas del cielo», «Bestiario». Después de leer estos ocho auténticos clásicos del género, nuestra opinión sobre el mundo no puede seguir siendo la misma.

Mas de tres decadas han transcurrido desde los diabolicos sucesos que se narran en Las brujas de Eastwick, y durante todos este tiempo las tres protagonistas, Alexandra, Jane y Sukie, no han perdido el contacto. En esos anos, las tres abandonaron la localidad, volvieron a casarse –con maridos conseguidos gracias a sus poderes magicos– y las tres acabaron enviudando. Superaron el dolor y la soledad como muchas otras mujeres en esa situacion: viajando a otros paises, como Canada, Egipto y China. Hasta que se les ocurrio regresar a Eastwick a pasar el verano.

Esta novela fue publicada en 1989, en una tirada “confidencial” de 500 ejemplares, sin registro ni ISBN, transformándose rápidamente en objeto de culto antes de desaparecer del espacio público. Su escritura no solo deslumbra por su calidad literaria y por su singular manera de trenzar las oraciones poéticamente, sino que es además una pieza clave para comprender aquellos años de escribir en un país de silencio, miedo y cenizas.