Versos del camino

Quizá solo sueños o fantasías lo que se junta en este pensamiento, pero es mi pensar y me brinda alegría al escribir en forma sencilla y con gusto. Quiero compartirles algo, que se ha juntado en esta existencia mía. Bienvenidos se han ustedes a este aposento; les presento esta vez, Armonía del Sentimiento III.

Gracias por abrir y ojear este poemario que ahora tienes en tus manos. Desconozco cómo te ha llegado, si los adquirido, te lo han prestado, o simplemente te lo encontraste en la balda de una biblioteca, librería o cualquier otro lugar. En verdad ello importa, lo que importe es que lo has abierto y créeme que será un placer para mí que continuaras su lectura y que ella te gustara, te relajara o te hiciera soñar. Estos poemas son una recopilación de versos que durante estos últimos años he escrito, a veces espoleado por José Luis Rúa como colaboración o aporte a un proyecto...

La poesía es, al menos en este libro, un pretexto para la catarsis, la confesión y la fantasía. En parte devastadoras y en parte nostálgicas de lo clásico, sus rimas recogen no solamente inspiración en lo astral, sino en las distintas dimensiones del amor y la cosmogonía que rige cada uno de nuestros pasos. Difícil será el no sucumbir a la tentación de unir los puntos -las estrellas- con nuestra mente y nuestro corazón, mientras buscamos penetrar en el arrebato de los sentimientos del autor -nuestros sentimientos-, plasmados a través de cada uno de los poemas que componen esta...

La visión del juicio (1821), considerada “la mejor obra de lord Byron, con permiso de Don Juan”, arranca con la parodia de un poema de Robert Southey donde el poeta narraba, con gran cursileria, el ascenso a los cielos del rey Jorge III. Pero una vez dispuesto el teatrillo paródico a Byron se le dispararon los poderes visionarios de manera que además de calcinar la reputación de Southey examinó la tramoya del poder, de la moral, del arte y de la ambición de su tiempo. Completa el volumen una selección significativa de su lírica breve, donde recuperamos al Byron más romántico.