Un golpe a la puerta del Cortijo

Durante el otoño de 1912, en Praga, escribió Franz Kafka (1883-1924) La metamorfosis, la peripecia subterránea y literal de Gregor Samsa, un viajante de comercio que al despertarse una mañana «de un sueño lleno de pesadillas se encontró en su cama convertido en un bicho enorme». En pocos libros de Kafka queda tan explícito y tan nítido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la más absoluta incomunicación, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte. Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas...

El argumento de esta novela es simple y, poco a poco, aterrador, característico de la obra kafkiana. El agrimensor K. llega de noche a un pueblo perdido en las montañas para hacerse cargo de su trabajo. A partir de aquí, el relato de las vicisitudes del protagonista, en su relación con el castillo y las gentes del pueblo, va haciéndose alucinante, hasta un final en que seguramente morirá sin conseguir franquear las puertas del castillo.

Cuando una mañana se despertó, Gregorio Samsa, se descubre distinto. El hombre de la víspera se ha metamorfoseado, paradójicamente, en algo más intrínseco a sus necesidades. Convertirse en insecto no es más que una metáfora: desde ella, desde la nueva existencia, pueden percibirse mejor los trazos absurdos, crueles y brutales de la vida. Pero la transformación física no es lo definitivo en este relato: lo esencial es el análisis que Kafka hace de las relaciones familiares.

Tras años de ausencia, Mauricio, un dentista con ideales pero sin carácter, regresa a Barcelona. Un encuentro casual le lleva a participar en la campaña del partido socialista y a entablar una intensa relación con dos mujeres: Clotilde, que trata de encontrar el equilibrio entre sus ilusiones y la prosaica realidad, y la conmovedora Porritos, que le revelará aspectos oscuros de su personalidad y de su mundo. Esta tríada de personajes es el centro de una acción compleja en sus implicaciones sociales y de diáfana claridad en su magistral exposición. Por primera vez Eduardo Mendoza se...

" Gente que baila es un libro único en el sentido más preciso de la palabra: no se parece a nada (aunque fue hecho con todas las lecturas); está a la altura de las altísimas exigencias que Soares solía imponer a los demás cuando leía sus libros (o imaginaba los propios) y tiene una cualidad epifánica que se percibe al leer cualquiera de sus páginas. A diferencia de las rígidas reglas del género, en estos cuentos lo central son los personajes y no las situaciones; son relatos de pocas páginas pero tienden a expandirse y han sido escritos como si fueran novelas. Los protagonistas se ...

El futuro del reino de Judar dependía de Farah Beaumont, una extranjera que no quería saber nada de su linaje. Pero, para asegurar la paz de su país, el príncipe Shehab al Masud debía convertirla en su esposa, fuera como fuera.Ocultar su identidad e impresionarla era un buen comienzo. Pero la alegre y aparentemente inocente Farah no se parecía en nada a lo que él esperaba. Y el plan calculador que Shehab tenía para seducirla pronto se convirtió en una aventura demasiado poderosa para poder controlarla...

Manuel Antón nació en Soria en Febrero de 1951, si bien lleva residiendo en Segovia desde hace muchos años. Su vocación literaria irrumpió con la publicación de Argos. Más tarde aparecieron nuevos títulos como Tobías, Lágrimas secas, Náufragos en la red, Euskaña, Buba. Ahora se presenta con la novela ELEAZAR, EL JUDÍO FARERO. En ella se explicita que el AMOR, tantas veces fuente de sufrimiento, es una fuerza incontenible que vivifica a quienes lo sienten. No importa que surja en medio de la desolación, de pretéritos sufrimientos, de múltiples contradicciones, del hastío y la...