Los zarpados

Rolando Hanglin es un destacado escritor, periodista y presentador de televisión argentino, conocido por su versatilidad en el ámbito de la comunicación y su capacidad para conectar con el público a través de diversos formatos. Nació el 16 de noviembre de 1949 en la ciudad de Buenos Aires, donde comenzó su trayectoria en el mundo de las letras y la televisión.

Desde joven, Hanglin mostró un gran interés por la literatura y la escritura, lo que lo llevó a graduarse en Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata. Su carrera como periodista se inició en medios de comunicación escritos, donde se hizo un nombre gracias a su estilo único y su enfoque crítico y reflexivo sobre la sociedad argentina.

A lo largo de su carrera, Rolando Hanglin ha trabajado en diversos medios, incluyendo radios y canales de televisión. Su labor en la televisión argentina es notable, habiendo participado en programas de entretenimiento, análisis y debate. Hanglin se destaca no solo por su habilidad para la presentación, sino también por su capacidad de abordar temas complejos con claridad y sentido del humor.

Además de su trabajo en televisión, Hanglin es un prolífico escritor. Ha publicado varios libros que abarcan desde la ficción hasta la no ficción, mostrando su amplia gama de intereses y habilidades. Sus obras suelen explorar la condición humana, la realidad social y política, así como la experiencia del individuo en el mundo contemporáneo. Algunas de sus publicaciones más reconocidas incluyen:

• “El Hombre Que No Quiso Ser Un Hombre” - Una novela que explora las luchas internas de un hombre frente a las expectativas de la sociedad.
• “Las Mañanas de Rolando” - Un compendio de reflexiones y pensamientos que resuenan con la experiencia cotidiana del lector.

Rolando Hanglin también ha sido un crítico activo de la realidad política y social de Argentina. Su voz se ha escuchado en diversas plataformas, donde comparte sus opiniones sobre temas de actualidad y la vida pública en su país. Su estilo provocador y directo lo ha convertido en una figura respetada y seguida por muchos.

Un aspecto interesante de la vida de Hanglin es su habilidad para adaptarse a los cambios en el mundo de la comunicación. A medida que la tecnología y los medios digitales han evolucionado, él ha sabido reinventarse y aprovechar nuevas plataformas para compartir su trabajo y conectar con su audiencia, incluyendo el uso de redes sociales para llegar a un público más joven.

En su vida personal, Rolando es conocido por su humildad y su cercanía con sus seguidores. A pesar de su éxito, siempre ha mantenido una actitud accesible y abierta, lo que ha contribuido a su popularidad a lo largo de los años. Es un ferviente defensor de la libertad de expresión y ha utilizado su voz para apoyar diversas causas sociales, mostrando un compromiso genuino con el bienestar de su comunidad.

En resumen, Rolando Hanglin es una figura multifacética en el ámbito de la literatura y la comunicación en Argentina. Su legado abarca no solo su contribución a la escritura y el periodismo, sino también su compromiso con la verdad y la justicia social. Con una carrera que sigue en evolución, es probable que continúe impactando e inspirando a nuevas generaciones de escritores y comunicadores.

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Haciendo uso de humor y un lenguaje inmediato, el autor alimenta las expectativas de la lectura. Y con esa complicidad afectiva nos hace parte del trayecto narrado, como si se decidiese en la lectura la suerte de sus héroes, tan cotidianos y transparentes como el lenguaje que los enciende de certidumbre y empatía, manifiesta el crítico peruano Julio Ortega. Mientras tanto, Julio Skármeta describe a Rodríguez como «rápido y maldito, chispeante y justiciero, sensible y escéptico, fatalista y pop, más comunicativo que una web y puentes trasatlánticos, enérgico y de ternura solapada,...

Aquí encontrarás chistes y anécdotas imprimiéndose el fraseo coloquial de nuestro pueblo, pueblo mexicano el nuestro que sabe usar palabras altisonantes sin las cuales el caldo del relato queda desabrido. Quédese el lector a quien no guste tal lenguaje con la esencia del chiste y de sus sátiras recolectadas en rimas que después de todo ese modo de hablar es solo salsa añadida. Sé que hay personas que gustan de la comida sin ponerle salsa y muy su gusto como también muy su gusto quien le gusta mucho el picante. Esta edición llena un vacío de alegría y esparcimiento en este mundo...