El Ultimo Heliogabalo

Criaturas fantásticas y extrañas pueblan estos cuentos. Muchos se preguntarán si viven realmente. Van a vivir siempre que haya alguien capaz de imaginarlas.

Por que sera que la gente cree que las heridas son obedientes y se dejan coser sin protestar, que los muertos son aburridos, que las sillas nunca salen al galope?

Los Vegetales no tienen manos ni pies para ayudar, pero los niños, sí. Y Bob quiere que aprendan la importancia de ayudar a los demás.

EL CRIMEN NO SE VA DE VACACIONES. LA GRANDEZA TAMPOCO. Aunque yo, Timmy De Sastre, el mejor detective del mundo, estoy en la playa, NO estoy de vacaciones. Y TAMPOCO he acompañado a mi madre y a Dave el Portero en su luna de miel, puesto que no he encontrado ninguna prueba de que se hayan casado. Y, para colmo, mi antiguo socio ha huido en busca de asilo y me ha dejado solo en un hervidero de delincuentes con la única ayuda de un becario. En esta isla no hay privacidad, pero sí que hay una cosa: un tesoro.

«Del monicaco hay mil estilos, y el monicaco es siempre impar, pero flaco o con muchos kilos, le entusiasma jugar.» ¿Qué es? Para resolver la adivinaza recuerda que, quizá sin saberlo ¡tú también eres un monicaco! ¡Atención! Éste es un libro sólo para niños. Toda persona mayor que lo lea deberá hacerlo acompañada por un niño. Y es que, de ciertas cosas, los niños saben mucho más que los adultos.

Jero Carapálida es un niño de nueve años que a primera vista puede parecer normal, pero a través de varias aventuras veremos que es un niño extraordinario.