Autoemprego, a sua carta na manga

" En Despierta Lorena Pronsky nos habla, de una manera honesta y visceral, sobre cómo superar los golpes de la vida: las pérdidas, el desamor y los miedos. La mayoría de las decisiones que tomamos en nuestra vida las hacemos estando dormidos. Casi arrastrados por un estado de inercia. Cuando reaccionamos, el paso ya está dado y el resto del tiempo nos quedamos ahí -atrapados- intentando hacer algo con eso que ni advertimos haber decidido. Hay cosas que no se deshacen. Querer intentarlo es verle la cara a la frustración. Por el contrario, se hace necesario un viaje a nuestro mundo...

Uniendo el punto de vista científico, psicológico y humano, la autora nos ofrece una reflexión profunda, salpicada de útiles consejos y con vocación eminentemente didáctica, acerca de la aplicación de nuestras propias capacidades al empeño de procurarnos una existencia plena y feliz: conocer y optimizar determinadas zonas del cerebro, fijar metas y objetivos en la vida, ejercitar la voluntad, poner en marcha la inteligencia emocional, desarrollar la asertividad, evitar el exceso de autocrítica y autoexigencia, reivindicar el papel del optimismo...

Este libro muestra como una persona comn puede usar una poderosa herramienta llamada Yoga para transformar eficazmente su vida, ser un triunfador y alcanzar la verdadera felicidad. La fuerza y valor de este libro radica principalmente en la experiencia de mas 4 decadas de disciplinas vividas por el autor que ha recorrido el camino, el es un testimonio viviente de lo que nos dice. En Occidente a veces se tiene la idea que la espiritualidad exige ser pobre, retirarse del mundo o vivir en una cueva en una montaa, abstenerse del sexo, ser un hermitao o un monje o una monja, o un mistico o un...

"Seguí caminando. Llegué al control. Me despedí del funcionario. Crucé la raya y pisé la libertad. Miré hacia atrás. Guardo en mi retina la imagen del edificio en aquel día caluroso y soleado. No sentí ni una brizna de rencor. Sonreí. Diez años de mi vida quedaban atrás, algunos de ellos prendidos de aquellos muros, de aquellos alambres, de aquellos olores, de aquellos gritos enloquecidos, de aquellas madrugadas serenas, y de algunos que se alegraron al tiempo que sintieron que aquel día fuera el último de mi vida como prisionero de Alcalá Meco. De momento había ganado porque...