John Stuart Mill (1806-1873) fue un filósofo, economista y político británico, conocido por sus contribuciones a la teoría del utilitarismo, así como por su defensa del liberalismo y los derechos individuales. Nació el 20 de mayo de 1806 en Londres, en el seno de una familia profundamente influenciada por el pensamiento utilitarista, gracias a su padre, James Mill, quien era un destacado filósofo y economista. Desde temprana edad, John fue educado intensamente, lo que le permitió desarrollar una mente crítica y analítica.
A los tres años, Mill ya dominaba el griego, y a los ocho, había leído obras de clásicos como Platón y Aristóteles. Su educación rigurosa y singular continuó bajo la supervisión de su padre y de otros intelectuales de la época, lo que le permitió formarse en diversos campos del conocimiento, desde la filosofía hasta la economía y la política.
Mill se unió a la Sociedad de la Libertad en su juventud, donde empezó a participar en debates sobre temas sociales y políticos. En 1820, se convirtió en el director de la Compañía de la India Británica, donde pudo aplicar sus conocimientos políticos y económicos. Sin embargo, su relación con el trabajo fue complicada, lo que le llevó a sufrir una crisis de salud mental que lo llevó a reevaluar su existencia y sus valores.
En este periodo de introspección, Mill comenzó a desarrollar sus ideas sobre el utilitarismo, un enfoque ético que sostiene que la acción moralmente correcta es aquella que produce la mayor felicidad para el mayor número de personas. En 1859, publicó su obra más influyente, Sobre la libertad, donde defendió la idea de que la libertad individual es fundamental para el desarrollo de la sociedad. En este trabajo, Mill argumenta en contra del autoritarismo y cualquier forma de opresión, enfatizando la importancia de la diversidad de opiniones y el debate abierto en una sociedad libre.
Otra de sus obras notables es El utilitarismo (1863), donde desarrolla más a fondo sus ideas sobre esta corriente filosófica. En este texto, Mill busca justificar el utilitarismo en términos de moralidad, evaluando las consecuencias de las acciones y su impacto en la felicidad de las personas. Su enfoque busca superar las críticas que había recibido el utilitarismo, mostrando que la felicidad no es un mero placer físico, sino un estado más complejo que incluye elementos como el desarrollo intelectual y moral.
Además de sus trabajos filosóficos, Mill también se destacó como defensor de los derechos de las mujeres. En 1869, publicó El sometimiento de las mujeres, donde argumenta a favor de la igualdad de género y critica ferozmente la opresión que sufrían las mujeres en su época. Mill sostuvo que la opresión de las mujeres era no solo moralmente incorrecta, sino también un obstáculo para el progreso social y económico.
A lo largo de su vida, Mill también participó activamente en la política. En 1865, fue elegido miembro del Parlamento por el distrito de Westminster, donde abogó por varias reformas sociales, incluyendo la extensión del sufragio y la mejora de las condiciones laborales. Era un firme defensor del liberalismo, y a lo largo de su carrera luchó para equilibrar libertades individuales y el bienestar común.
Mill falleció el 8 de mayo de 1873 en Avignon, Francia, dejando un legado importante en la filosofía moderna y el pensamiento político. Su enfoque hacia el utilitarismo ha influido en numerosos filósofos y economistas posteriores, y su defensa de la libertad individual continúa resonando en debates contemporáneos sobre derechos y ética. Su vida, marcada por la búsqueda del conocimiento y el compromiso con la justicia social, lo establece como una figura clave en la historia del pensamiento occidental.