El verano en que llegaron los lobos

Patricia García-Rojo (Jaén, 1984). Licenciada en filología hispánica, realiza actualmente su doctorado sobre mujer y género en la Universidad de Jaén. Ha sido ganadora del Premio de Relatos Diputación Provincial de Jaén y de diferentes certámenes de ámbito sprovincial. Con La Fábrica Creátor, primera entrega de la saga "Los portales de Éldonon", se hizo acreedora del Premio Andalucía Joven de Narrativa 2007.

Steve ha recibido una invitación para participar en una competición de construcción en la Isla Champiñón. En ella, compite contra otros cuatro participantes, pero antes de que los jueces puedan emitir su veredicto, la isla se ve invadida por una horda de endermen. Todo el mundo sabe que en la Isla Champiñón no hay mobs hostiles, así que queda claro que esto ha sido obra de un griefer. ¿Quién habrá podido ser? ¿Alguno de los participantes en el concurso? Nadie lo sabe, pero todos tendrán que trabajar en equipo para combatir a los invasores. Minecraft es un videojuego de...

Lo que la Máquina dice suena razonable. Lo que la Máquina hace se ve razonable. Lo que las autoridades opinan se oye razonable. Sin embargo, las cosas no son lo que parecen. Y la sospecha surge entre unos chiquillos brillantes y rebeldes que se proponen llegar a la verdad... y descubrir que el mal está escondido y debe revelarse. La máquina de los sueños es una novela juvenil, cuya trama ágil y subyugante le valió el Premio Carmen Lyra en su edición del año 2009. Su publicación marca un hito en el género; por eso su lectura resulta imprescindible.

El zoologico va a celebrar su primer ano con una gran fiesta y los animales quieren recibir a los visitantes con muchas sorpresas. Unos organizan un baile con una orquesta, otros preparan un juego de futbol y otros ensayan una obra de teatro. Pero y los demas? Pues estan empenados en presentar un desfile de modas. Solo hay un problema: quien les disenara la ropa?

La gente del barrio no para de discutir, incluso las ninjas se han enfadado entre ellas, y para colmo, no queda mermelada de fresa en ningún sitio. ¿Tendrá todo esto algo que ver con esas gorras de colores que reparten por todos lados?