Joan Coromines i Vigneaux (1905-1997) fue un destacado filólogo, lexicógrafo y etimólogo español, reconocido por su profunda contribución al estudio de la lengua catalana y su historia. Nació el 24 de diciembre de 1905 en la ciudad de Barcelona, en un contexto que fomentaría su amor por la lingüística desde una edad temprana.
Coromines se formó en un ambiente académico riguroso, donde su interés por la lengua catalana se profundizó al estudiar en la Universidad de Barcelona. Desde un principio, mostró un gran compromiso con la lengua y la identidad cultural catalana, lo que le llevó a realizar investigaciones que abarcarían no solo la etimología de las palabras, sino también su evolución a lo largo del tiempo.
Uno de sus logros más significativos fue la creación del Diccionario Etimológico Catalán, una obra monumental que comenzó a publicar en 1954 y que se considera una de las referencias más importantes en el campo de la lexicografía catalana. Este diccionario no solo recopilaba el vocabulario de la lengua, sino que también ofrecía un análisis exhaustivo de las raíces de las palabras y su evolución, mostrando cómo el catalán había sido influenciado por el latín, el árabe, el francés y otras lenguas.
Además de su labor lexicográfica, Coromines dedicó gran parte de su vida a la investigación etimológica y la gramática. Su obra “Els noms de lloc de Catalunya” (1970) es un ejemplo de su dedicación al estudio de los topónimos catalanes, donde analizó el origen y la evolución de los nombres de lugares en Cataluña, contribuyendo así al conocimiento sobre la geografía lingüística de la zona. Esta obra se considera esencial para entender la relación entre la lengua y el territorio en la cultura catalana.
Joan Coromines también se destacó como un defensor de la lengua catalana durante un periodo en el que la dictadura de Franco intentó reprimir su uso. Su compromiso con la lengua y la cultura fue especialmente evidente en sus colaboraciones con diversas instituciones y movimientos que promovían el uso y la normalización del catalán en la vida pública y educativa. Fue miembro de la Institut d'Estudis Catalans, donde participó activamente en la defensa y promoción del patrimonio lingüístico catalán.
A lo largo de su carrera, Coromines publicó numerosos artículos y estudios que enriquecerían el campo de la filología. Su enfoque meticuloso y riguroso en el análisis de la lengua lo convirtió en una figura respetada no solo en Cataluña, sino en el ámbito académico internacional. También trabajó en colaboración con otros lingüistas y filólogos, fomentando un intercambio enriquecedor de ideas y enfoques en el estudio de las lenguas románicas.
En 1979, Coromines recibió el Premio de Honor de les Lletres Catalanes, un reconocimiento que subrayó su impacto en la cultura y la lengua catalana. A lo largo de su vida, recibió otros galardones y honores que reflejaron su importancia en la filología y su contribución a la lengua catalana.
Joan Coromines falleció el 2 de diciembre de 1997 en Barcelona, dejando un legado imperecedero. Su trabajo continúa siendo una inspiración para lingüistas, filólogos y todos aquellos interesados en el estudio de la lengua catalana. Su enfoque minucioso y su pasión por la lengua aseguran que su obra perdure como una referencia fundamental para futuras generaciones.
En resumen, la vida y obra de Joan Coromines representan un hito en la filología catalana, donde su inteligencia y dedicación al estudio del lenguaje sentaron las bases para una comprensión más profunda de la lengua y su evolución a lo largo de los siglos.