Veinte años después, Fefe vuelve al pueblo, a Malihuel. Ahí pasó veranos entrañables, que sobreviven ingrávidos en la memoria. Pero regresa con otros fines, para escribir un guión o una novela, para desentrañar el asesinato de Darío Ezcurra, ocurrido durante la dictadura, al amparo de una violencia en la que parecía no hacer diferencia un muerto más. Sin embargo la historia sí hace esa diferencia. A medida que Fefe comienza su investigación no encuentra silencios o salidas esquivas, sino multitud de voces con deseos de contar. Los habitantes del pueblo, los ciudadanos de a pie,...