Notas al pie
Luego de la muerte del escritor Sergei Vidal Morozov, su casa editorial le encarga a Franco de Robertis una edición anotada de cuentos póstumos. La elección no es casual: De Robertis ha sido, a lo largo de gran parte de la carrera del reconocido autor, su colaborador más estrecho, un subordinado intelectual –también emocional– en una relación que, como sostiene el propio anotador, tiene "la edad de su memoria". Sin embargo, una vez lanzado a su métier, las cosas parecen salirse de cauce, y aquello que de entrada estaba planeado como una tarea panegírica cede el paso a una...