Las cadenas del deseo
En los juegos del sexo, no hay perdedor... La escritora Melissa Sanders nunca soñó con despertarse y encontrar a un apuesto desconocido a su lado... y un anillo en su dedo. Después de una alocada noche en Cancún, ¡de repente tenía un marido! Presa del pánico, huyó en el primer avión jurándose que olvidaría a Tony Bond... algo con lo que su cuerpo no estaba de acuerdo. Dos años después, Melissa escribió un sugerente libro sobre los juegos sexuales que había practicado con su "marido"; unos juegos que aún deseaba compartir. Pero entonces Tony se presentó en su gira, dispuesto a ...