Nunca seremos normales
"Cuando esta historia empezó, decidí que, para no sufrir, tenía que vivir el momento. Desde un principio supe que, si me hacía ilusiones, me iban a romper el corazón. Contra todo pronóstico, esta historia tiene un final feliz. Pero eso no quiere decir que en el camino no haya habido lágrimas. Esta es la historia de cómo un día me di cuenta de que tenía que dejar de vivir el momento y pensar en el día siguiente. Estoy segura de que en el camino cometí algunos errores y en este libro no los voy a ocultar, pues creo haber aprendido de ellos. Por eso, aquí va mi versión de los...