Tumbas rotas
Parodi está destrozado. Hundido por las muertes que no pudo evitar, el criminólogo pasa los días aferrado a los restos de su librería como un náufrago. Pero cuando la fiscal Quaranta le da la noticia de la profanación de la tumba de Ernesto, la apatía y la depresión se transforman en furia. El Lobo acaba de hacer su rentrée de la manera más espectacular: con el féretro roto a hachazos y el cuerpo de su amigo sentado, acodado contra el cajón y un brazo en alto señalando hacia una lápida con una cruz inclinada, sin fecha ni nombre. El hallazgo pone a Parodi sobre la pista de...