La visita al enfermo

Cuando se acoge a una visita se pide -en todos los casos- prudencia, respeto a la intimidad y a los límites establecidos, a riesgo de que la imprudencia o la curiosidad provoquen que no se te vuelva a invitar o que se te eche de casa antes de tiempo. Esta prudencia y respeto son también las claves de toda visita al enfermo. Entramos en su casa (y muchas veces sin previo aviso y "sin llamar a la puerta" de su vida), pretendiendo entrar en estancias existenciales a las que aún no nos han dado permiso. Esto es lo que el autor, con sus claves propositivas, teóricas y prácticas, quiere...