El canto de las tortugas

Un hombre joven, con un confuso historial psiquiátrico, abandona el hospital en la ciudad, se inventa una improbable primavera y se instala en un viejo caserón que ha heredado de un tío suyo, en una aldea lejana. El alcalde se apresura a darle la bienvenida. «Me parece muy bien», le dice al nuevo vecino. «Me gusta que venga gente joven a vivir a este pueblo. Gente que todavía no se haya resignado a morir cruzada de brazos.» El recién llegado le saca pronto de dudas. No quiere que luego haya malentendidos. Lo único que realmente le interesa al establecerse en la aldea y así se lo...