Los elixires del diablo
Ya desde su nacimiento Medardo estaba llamado a expiar los pecados de un linaje criminal. Su inclinación temprana a la vida monástica, su piedad y su despierta inteligencia lo llevan a destacar pronto entre sus hermanos de congregación, pero la aparición de una misteriosa reliquia, un elixir que el mismo demonio le entregó a san Antonio para su perdición, truncará tan virtuosa senda. Medardo se enfrentará entonces con la vida mundana, una vida que en su caso estará plagada de mentira, confusión y muerte.