La hora sin diosas
El anciano Daniel Ponty, ya muy enfermo, dicta a su nieta sus memorias y le hace saber detalles íntimos de su vida, que fue privilegiada, pues le tocó vivir parte de ella en París y Viena, entre 1890 y 1939, y conocer, tratar o estar cerca de personajes cuyos nombres son ahora parte de la historia, entre ellos sus tres amores: Lou Andreas-Salomé, Hannah Arendt, Alma Mahler; pero además Rilke, Nietzsche, Freud, Benjamin, Klimt, Rodin... Cada uno dejó huella en él, ya sea porque conmovió sus sentimientos o porque le dejó enseñanzas invaluables. La trama nos hace conocer, sobre todo a...